
Un paso importante: Mi primera exposición.
Esta instalación busca enseñar que la destrucción y el caos tienen belleza que debemos apreciar reflexionando sobre cuándo algo es bello y sigue siéndolo.
PERDURAR
LA BELLEZA NO SE CREA NI SE DESTRUYE,
SOLO SE TRANSFORMA
Cuando tenía cinco años acompañé a mi papá a visitar a un carpintero con el que trabajaba. Mientras esperaba, entre montones de aserrín y virutas bajo una mesa, encontré varios bloques iguales de MDF y me puse jugar con ellos. Salí de esa visita con 501 piezas de madera.
Con los años se convirtió en un pasatiempo. Construía a la par de mis inquietudes: Quería saber qué tan alto llegaría una torre, qué tan largo podía ser un puente, cuánto resistirían de pie a un "temblor".
20 años después las "maderitas" aumentaron a 1840 y se convirtieron en el principal reflejo de los lugares, estructuras y personajes que mi mente imagina, creando un mundo al rededor de la evolución de estas estructuras sin pegamento, ¡de pie con nada más que la gravedad, el peso y la fricción!
Puente
Cambio los ocho puntos de apoyo de un puente a sólo dos.
Torre
La torre sigue el principio del módulo básico (cuatro columnas, dos trabes y un techo) y lo escala al diseño mismo de la torre.


Rascacielos
Tres torres juntas.
La primera ocupa el módulo tradicional en sus 20 pisos de altura, desafiando las imperfecciones de las maderitas que hacen imposibles este tipo de estructuras por su inestabilidad.
Las otras: Una torre de ocho pisos con forma de cadena, y una torre de 10 pisos con planta hexagonal. Un gran salón las une con forma de puente en el piso nueve.
Casa o Museo
Esta casa creció de la idea de hacer una escalera redonda: Con un domo sobre la escalera principal y un gran vitral que da al jardín mientras uno sube.
Las recámaras principales están arriba, en partes no construidas físicamente. Abajo están las áreas comunes: cocina, sala, comedor, estudio, etc. Y el bloque de la derecha es un taller de dos pisos sobre el garage.
Los espacios tan grandes, los domos y las alturas me recuerdan también a un museo: Imagínenlo en medio de un gran jardín de una hectárea, con un halo cuadrado de concreto y vidrio en la planta más alta, donde están las principales salas de exposición.


Cúpula imposible
Por más de 16 años nunca creí posible levantar bóvedas de crucería sin pegamento y sin fricción. Las bóvedas apiladas reinaban hasta ahora, y tendían a ser muy planas y pesadas.
Hasta que, combinando una tela rugosa para la fricción en la base, las cuñas que hasta ahora sólo se habían usado en techos, y los lados ásperos de las maderitas llegó la primer cúpula que se levanta apoyándose en 12 puntos con una superficie menor a 0.5 cm^2.
Y si la cúpula ya era posible, ¿Por qué no alzarla muchos centímetros del suelo apoyada en columnas?
Conjunto Abandonado
Después de casi dos siglos sirviendo como lugar de descanso, rehabilitación y meditación para los peregrinos, este conjunto quedó en el olvido en medio de la selva por varios siglos más.
Este templo fortaleza es símbolo de la evolución de la arquitectura combinando las tres etapas conocidas de los métodos de construcción: El puente en el centro, uniendo las dos estructuras que derivaron de él: La cúpula apilada al fondo y la bóveda de crucería al frente para recibir a todos y ser un ícono entre la selva.
Con los años este conjunto se perderá por las inclemencias del tiempo y la falta de mantenimiento. Pero su aporte a la ingeniería y arquitectura seguirá para el futuro.


Torres flotantes
Muchos siglos después, la cúpula imposible es sucedida por otro logro imposible: Las torres flotantes.
Sin pegamentos ni estructuras exteriores como andamios, las torres que sobresalen de un cuerpo principal siempre habían sido parte de la imaginación.
Sin embargo, el elemento esencial para lograr estas superestructuras estuvo ahí desde el principio: El contrapeso. Sólo que a nadie se le había ocurrido construir una torre completa de contrapeso, para luego sacar sus ramificaciones.
En estas torres, como en todos sus predecesores, la belleza existe desde el primer intento, hasta pasada su destrucción.
Casa en la selva
La sencillez llega de nuevo. Parecido a los palafitos de nuestros ancestros que buscaban vivir protegidos sin separarse del río, los constructores de esta casa decidieron unir con su casa los distintos niveles que les eran esenciales para sobrevivir:
Abajo, pilotes que penetran hasta la tierra firme en la ladera del río. En medio, un bosque, fuente de alimentos de origen vegetal. Arriba, la conexión con el mundo abierto para obtener materiales, vestido y animales.
